Hubo un cielo propicio,
una paz lúcida en la calma del destino,
hubo una muy buena música de trinos de bosque y playa,
una presencia de estrellas que acudieron
...para magnificar la situación,
un amanecer tempranero y bullicioso,
que salió de la noche y se proclamó en luz y delicia.
Hubo unos ojos negros que se expresaban en mieles
y emanaban dulzuras sublimes.
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