Pudo tratarla como a una reina, y de hecho la trataba, y ella estaba complacida con la exquisitez y la educación del contacto, pero ella quería a otro, porque allá donde no se manda, en su corazón, sólo había espacio para aquel amor que le despertaba todos sus sentidos. Conocí el caso de cerca, no quiso ser brusca, ni desagradecida, pero un día se hizo fuerte y se lo explicó, con gran delicadeza y sentimiento. La vida da muchos tumbos, pero muchas veces la verdad no es muda, entonces habla el corazón… a voces.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada