Griterío de patio de escuela, de plaza de barrio, niños, me gustan, me revitalizan, ellos fueron una constante de mis días, incluso de mis noches, durante más de cuarenta años. Los observó y no cambian mucho, están todos… el gracioso de turno, el que la tiene, la gracia, el que se la pretende o se le supone, el que quiere llamar la atención por encima de todo y el que la llama, casi sin pretenderlo… mis niños.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada