Cuando era un niño y veía a un señor mayor con barba blanca, gafas y de un plateado general, tirando a nieve, siempre pensaba que era un sabio, un señor muy leído e ilustrado o, como mínimo, una imagen de las experiencias de la vida. La cosa viene a cuento, porque hoy, en el aseo de la mañana, me he mirado en el espejo y he visto al sabio, leído e ilustrado y lleno de experiencia... bien, algo pero menos, bastante menos de lo que pensaba cuando era un pequeñajo...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada