Oigo música de olas, música que rompe el silencio del toque de queda. Me fascina estar en casa, haciendo casa, Teresa y yo, con sus cosas, con las mías, entre las cuatro paredes de nuestro hogar donde, por supuesto, no nos sentimos nada marginados, ni ignorados. De todas formas oigo música de olas, música que rompe el silencio del toque de queda nocturno...
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