Prácticamente cada día observo un espectáculo bastante edificante. Una señora de unos sesenta y pocos años va con dos perritos pequeños, ella con lacito rosa y él con un chaleco rojo, muy chillón... la señora les habla, les agradece y corrige comportamientos, y hoy incluso me ha hecho reír, pues he oído alabar la buena caca que ha hecho el perrito macho, la ha recogido y se han acercado a una papelera para depositarla. La señora está entretenida y lo pasa bien, los perritos maravillosos...
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