Y nos fuimos a ver salir el sol, caminamos por la playa desierta, el sol y tú, y yo doblemente iluminado e inmensamente feliz…
El mar musiquea rutinas sublimes,
parece insistir en sus eternos cantos de esperanza,
muestra sus aromas de rosas de blanca espuma al sol,
siempre dije que huele a sal y a algas, a yodo y a vida…
Luego se inventó el café y el chocolate, y el vino tinto,
pero tú y el mar, y el sol suavizado de brisa,
son mi feliz prioridad eterna...
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