No, no tenía un amor en cada puerto, pero tenía su aquel... “lástima de no tener 1,80 de estatura”, tuve que escuchar alguna vez, pero bueno, no se puede tener todo y uno ha tenido sus luces y sus sombras como todo hijo de vecino, y la vida me ha tratado bastante bien, aunque yo también hice todo lo que pude para corresponderle. Hasta se me ha concedido algo que siempre pedí... gozar de mi jubilación, con mi buena compañera, con los achaques propios de la edad, pero con una cierta dignidad notable...
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