Los niños de Infantil están en el patio, tienen suelo de arena, de piedrecillas, de tierra... y algunos se entretienen con sus palas y sus cubos, llenándolos y vaciándolos, haciendo agujeros para rellenarlos después. Me hace gracia, lo pasan pipa, además, de forma individual, como si no existiera nadie más… Sólo la música del fin del recreo y las indicaciones de la profesora les aleja de su espacio de goce preferido. Preciosas criaturas que apenas se mantienen en pie, pero que ya muestran una vitalidad y un desparpajo donde ya se adivina el futuro que atesoran...
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