dimarts, 22 de desembre del 2020

Montar la Impala

Cuando iba en bici, mi bici, aquella que llamaba Impala, me preocupaban los días de viento o de sol excesivo, y de lluvia claro, y si me enteraba antes, no salía y entonces, y de acuerdo con los compañeros jubilados, nos íbamos a andar por las zonas ya conocidas y que estaban protegidas. De repente, no sé muy bien porqué, he dejado de ir en bici cuando, sobre el papel, mis piernas estarían más relajadas sobre la bici que caminando… Bien, la próxima primavera, si me llega la cuerda, intentaré montar otra vez la Impala, que ahora está triste y sola, como la escuela...

 

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