Voy acercándome a mis amores diarios, el patio de la escuela, ahora con niños, luego con palomas e incluso alguna de las gaviotas del mar vecino. Después, el puerto del Serrallo, con sus lisas en espera de los niños o de algún jubilado que les lleven sus raciones diarias de pan. La plaza del barrio, con fuente, cerca de la escuela, formando un todo familiar y entrañable… voy paseando por mis sitios habituales, un gozo natural, una belleza.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada