Ahora, Teresa y yo, contemplamos la vida desde la jubilación. Observamos a los maestros, con su puntualidad matemática, escuchar las músicas de entrada a sus colegios, vemos a los niños, cada vez más tranquilos e ilusionados, vemos a las madres que se toman su segundo café, después de dejar a sus hijos en muy buenas manos. Teresa y yo contemplamos todo esto, nosotros fuimos actores en todos estos escenarios y fuimos muy felices. Ahora también lo somos, viendo cómo sonríe su esperanza.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada