Mis sandalias nuevas tienen una base mullida, parece como si llevaran amortiguadores, casi andan solas, y eso a mis gemelos les encanta, aunque tampoco hay que pasarse, y yo que los adoro suelo regalarles un buen sentado, en un hermoso banco, con vistas al mar, o en su defecto a un bosque con fuente y música de jilgueros… Ahora los paseos ya son con gorra y pantalón corto, algo sin mangas, y recorridos un poco más cortos, botellín de agua, buscar las sombras y ser feliz sin dejar de moverte por la naturaleza…
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