Tengo la ilusión del colibrí...
aquel que persiste en la alada permanencia
por la flor de sus dulces preferidos.
Se me van los ojos con la brisa que acaricia el bosque,
me pierdo, como volando de rama en rama de los pinos,
cual ardilla que salta, como locuela, en busca de piñas y mil juegos.
Y después, como siempre, me voy a ver el mar,
y allí regresan mis ojos, perdidos por el bosque,
y se extasían tan felices…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada