dissabte, 10 de desembre del 2016

Los polos opuestos

Y si quieres te aparto la silla,
y te sirvo el vino con cariños,
y te esparzo respetos y atenciones
emanadas a sorbos de mi amor incontenido.
No, no depende de mí, diría,
no se trata de trovar amaneceres
con músicas que acaricien lo más escarpado,
ni gastar en vano lo no correspondido.
La afinidad viene sola...
como un soplo suave de un violín inexperto
que se perdió confuso por dos almas distintas,
tanto... como para atraerse,
como los polos opuestos, con total naturalidad.


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