Yo pensaba que la máxima aspiración de una flor era parecerse a una rosa blanca hasta que reparé en las orquídeas y sus formas y colores… Las hay de un blanco que para sí quisieran tener las rosas de mis sueños y, si hablamos de formas, no hay pájaro de luces que atempere los sentidos como una orquídea blanca, que aparece cual ángel sonriente, que llena de encanto y ternura los jardines que se atrevieron a soñarlas. De rosas y orquídeas blancas, pura belleza o belleza pura...
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