Nos queda otro día en Jaca y después ya emprenderemos camino hacia Tarragona, pararemos a comer a les Borges Blanques y, si todo va bien, el sábado dormimos en Tarragona. Bien, misión cumplida, espectacular viaje, donde me he emocionado con frecuencia y he exclamado olés de admiración. Ahora es hora de agradecimientos, en primer lugar a todos mis ángeles de la guarda que lo han hecho posible, especialmente a mi santa Teresa, que lo montó todo y lo condujo de cine como hace siempre. Genial todo el proceso, el montaje, la ejecución, matrícula de honor...
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