Suelo pasear dando alguna vuelta por los alrededores del colegio del Serrallo. En la otra parte de la verja que rodea el patio, cada año observó que germinan y salen algunas plantitas de tomate, y yo las cojo e intento plantarlas en unas macetas que tengo en la terraza, con distinta fortuna, pero uno no pierde la esperanza y parece ser que este año, con la tierra buena y fértil que tengo, lo he conseguido... ¡viven, están espectaculares!
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