Hoy recuerdo a mis bailarinas en el patio de después de comer… ellas seis, con su transistor, con la música de moda y ensayando con total aplicación, dos líneas de tres, y una voz cantante, sin perder la formación, hasta que les quedaba a su gusto, con movimientos automáticos al compás de la música. La idea era que, cuando la tuvieran a punto, irían a ofrecérsela a Pere, o sea yo, el afortunado, para ver el estreno en directo. Recuerdo entrañable, sí señor.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada