Y entre baile y baile, grupos de amigos, charlas, risas, chistes, pero empieza el baile y la gente desaparece, cada oveja con su pareja menos los que no tienen objetivos concretos y se quedan con su refresco, escuchando la música. De allí salieron parejas estables, buenas familias que forman hogares felices, familias que conviven en sus ciudades, con sus vecinos, familias que en estos días de fiestas y de vacaciones también desaparecen para gozar de sus eternos bailes de buen amor.
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