La gran madre, madre de mi padre, de mi madre, mi madre, la tuya, la suya… Madre, qué gran palabra, que maravilla de ser humano, donde se plasma la esencia del amor más puro. Madre, ya sé que no hace falta que te dedique un día para recordarte, tú eres mi madre de cada día, mi amiga y mi guía de cada instante, mi recuerdo, mi presente eterno que conservo a través de la emoción y la verdad. Madre, que feliz me siento, que mejor me siento, que paz que me invade... cuando te abrazo.
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