Soy de los que suele acordarse de los sueños, y siempre procuro averiguar la relación entre lo vivido y lo soñado. La última vez, en Menorca, he soñado con dos madres... una con un hijo y otra con una hija que los tuve de profe en mi colegio y que valoraron muy bien mi trabajo. Los vi perfectos, paseando por Ciutadella, la niña vino corriendo para abrazarme y el niño, cuando se enteró, también. Con las madres comentamos que el mundo es un pañuelo, después del abrazo…
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