Decía el pobre hombre que en la vida había tres cosas: dinero, dinero y dinero… Murió entre excesos y licores, aunque era un excelente profesional, muy ilustre y familiarizado con las dolencias de sus pacientes. Mirando el panorama político actual, e ignorando alguna manifestación etílica de pseudo patriotismo, la cosa se reduce a eso, al dinero, al que se va y no vuelve y se utiliza para que la corrupción campe a sus anchas y gobierne sin rubor. Por favor, no se crean las comedias… En Europa no entienden más allá del dinero, y en este aspecto, algunos son muy europeos, yo... cada vez menos.
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