Por ella bebo los vientos y los vinos,
y me subo a las paredes,
y cabalgo con corceles blancos
por todas las nubes por inventarte.
Por ella escucho los susurros
que me lanza la calandria,
como aliento de mi alma, y vivo...
pendiente de un suspiro sin sospecha,
que me llegue a través de una brisa de mayo,
entre aromas de rosas...
que ya han conseguido ser blancas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada