Recuerdo la primera vez que me miraste,
con una especial timidez,
antepuesta a un conato de sonrisa.
Vi la prudencia vestida de niña,
la penumbra escondiendo mucho sol,
un fino rocío con posibilidades de ser...
hermosas gotas del mejor manantial de las luces.
Recuerdo el capullo de la rosa blanca,
imaginando siempre sus enormes posibilidades.
Recuerdo aquella primera mirada,
va conmigo, es mi mejor tesoro…
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