Me hubiera gustado ser más alto y tener alguna que otra cualidad más, mirarme cual Narciso en el agua del estanque y enamorarme de mi imagen, pero a mí lo que me hubiese entusiasmado es tener más capacidad acompañada, claro, con firmeza en el esfuerzo y en el trabajo, ser feliz en el ejercicio de cada día, de mis mejoras, y conseguir una imagen que nada tiene que ver con la del estanque sino con el respeto y admiración de los míos por mis conocimientos, que siempre pondría al servicio de mi entorno. Igual Narciso también se enamoró de su inteligencia, además de su físico… Bien, me conformo con lo que soy.
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