Desde el coche veo como una lluvia fina, cristaliza casi los granos de arroz en la espiga, poesía pura, belleza natural de un Delta del Ebro, ahora del color del oro. Paramos un poco, me encanta ver un trozo recién segado, allí se amontonan hambrientos y felices nuestros alados típicos... ahora casi que predominan los Ibis,y contrastan con las blancas gaviotas y otras más grisáceas dando una espléndida muestra multicolor de nuestra maravillosa tierra de mar, río y arroz.
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