A veces pienso en los besos que no di,
en aquel te quiero que no pronuncie,
en aquella sonrisa que no capté
y, el camino que parecía trazado,
se esfumó como por arte de magia.
A veces pienso en mis silencios, tan atascados ellos,
en aquellas palabras que, de tan preparadas,
se gastaron, se callaron, para formar parte…
de una muy mala interpretación de la prudencia.
A veces pienso en el llamado don de la oportunidad,
aquella bendición que no tuve, no era mi momento,
pero tuve otros, tuve el mío, y fue especial,
genial, único, realmente maravilloso…
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