En el Delta se magnifican todos los encantos de la poesía, las rosas son más rosas, los árboles alcanzan su máximo esplendor, hasta el sol es más sol, con intervenciones propias del mes de agosto. La mirada de los verdes de diferente intensidad de los arrozales es un sueño en la plena esperanza del buen sentido de la realización soñada. La poesía se doctora y magnífica en mi adorado Delta del Ebro, en mi pueblo, Deltebre…
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