Parece ser que en todas partes cuecen habas… He probado las galletas alemanas de mi amigo del bar, son de una receta de su abuela que la guarda como un gran secreto. La receta de la pasta de la mona típica de mi pueblo es una tradición de padres a hijos y siempre tiene el mismo maravilloso sabor, lo mismo pasa con nuestros pastissets, y a mi me encanta lo tradicional, lo hecho en casa, con productos naturales y confeccionado en la cocina de casa. Que uno sepa lo que come, no tiene precio... ¿verdad?
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