Y como me dijo el bueno de Ricard, he pasado de diésel a híbrido... pero es que, además, me he doctorado en sonrisas, me he deshecho en besos, me he inventado abrazos de intensidad única, para poner en práctica cuando cicatrice lo de la pila, he puesto música a mis silencios, donde bailan, cual rocíos en hojas, al compás de mis latidos más sinceros. Parece que sigo por aquí, y estoy contento por tener más tiempo para darle gracias a la vida. Cumplir años, cuando ya tienes experiencia y, como dijo aquel cómico, las velas te cuestan más caras que el pastel, lo consideras un regalo, un buen premio ya que, pese a todo lo que conlleva, la vida es maravillosa...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada