Recuerdo, de pequeño, los libros que olían a nuevo, los colores Alpino y la goma Milán. Recuerdo el pupitre y el tintero, el papel secante y el puntax. Recuerdo el zafarrancho de los sábados, la leche en polvo y el queso de la ayuda americana. Recuerdo a mi maestro enseñándome a jugar al ajedrez, también cuando nos hacía aprender y recitar algún poema. Recuerdo con sumo placer mis días de escuela...
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