Me gusta hablar de aquellos ojos felinos,
que miran fijo, suave, dulce, fino y siempre te invaden de mar.
Y contarles de la luna, mi buena amiga,
que trasnocha conmigo en nuestro chafardeo habitual.
Es un placer invitarles a ver mi bosque con banco, fuente y encina,
con caminos que se pierden entre lo natural,
que pretende conservar su belleza natural y original.
Ya saben, suelo dar vueltas…
sobre mis sanas preferencias de proximidad.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada