Recordaba, hace poco, cuando se escribían cartas, sobretodo cartas de amor... la del soldado enamorado que cuenta los días que le faltan para el ansiado permiso, la de la niña que quedó en casa suspirando por él. Guardo con especial cariño, y a veces las leo y las releo, las cartas que mi padre le escribió a mi madre durante la guerra civil... están llenas de ternura y de verdad, y si me apuras, llenas de poesía y amor auténtico. Por cierto, mi padre tenía una letra preciosa, de caligrafía de escuela, con una mayúsculas que parecían de redondilla, letras acorazonadas diría, así, tal como era él, todo corazón. Mi padre, buena gente, muy bueno…
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