dijous, 16 de juliol del 2020

El primer beso

Pues sí, por fin te besé, más bien nos besamos sin ser muy expertos, tú menos, pero siempre recuerdo que había alma, había verdad… Fue en un bar, con bonita y escasa luz, tras un vodka con un poco de naranja y, después, hubo más y muchos, pero el primero siempre es la más deliciosa definición de afinidad que uno puede gozar. No, no sabíamos mucho, pero qué bien se aprende eso con la práctica constante ¿verdad?

         

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