Era de beso fácil, de ademanes volátiles,
portadores de suavidades que acarician.
Era de sonrisa fina, de mirada lánguida,
de pose positiva, de porte distinguido,
de aire natural, de montaña virgen
...donde reinan los abetos.
Era sencilla como la fruta nueva,
como el pájaro en su primer vuelo
en su primer canto de cortejo.
Era frágil como la violeta, pero...
con la fuerza del aroma de una rosa,
blanca, por supuesto.
Era ella, es ella, para siempre,
un acierto sin supuestos, una realidad
...en el resplandor de las estrellas.
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