La mano sin mano...

Se acabó el verano y terminó lo especial,
lo romántico, lo fantástico.
Tu partida proclamó la decepción,
y dejaste una hinchazón en cada poro de mi piel,
y un paseo de nostalgias en sangre...
por donde deambular por los vacíos del invierno,
que sólo llora lluvias de llanto y ausencia.
Volver a vivir, a veces lo consigo,
y te cojo la mano sin mano,
mirando la inmensidad azul...
como solíamos hacer en las noches eternas.

El romero ambiente y el tomillo aroma

Dime que sí, que vendrás,
con tu cola de caballo más alta,
con tu sonrisa recién estrenada,
con tu gracia de siempre...
y tu arte en decires y andares.
Y yo me peino sin peinarme,
y me adelanto a los despertadores,
y acudo fresco y renovado
como para beber tus vientos,
como atraído por tu aura,
que es mi imán de salvación.
Después, el bosque hará el resto...
y el romero ambiente y el tomillo aroma,
y las hojas música, al compás...
de la brisa que genera tu paso triunfante.

Entre humos y humores

Una música, una canción, un saxo, violines, un piano mecánico,

la noche, una garganta agrietada, una voz de alma destaca...

entre el humo y los licores del oscuro bar.

Es como una verdad explícita sin ritmo ni medida,

cada instrumento va por su cuenta,

y la voz se columpia entre los agudos mágicos incontrolados

y reposa sobre los graves del maravilloso y viejo saxo.

El ambiente es deprimente, o quizá se vislumbre la antesala del cielo,

nada es postizo, la realidad se acerca a las entrañas de la otra vida,

entre humos y humores, risas y llantos, lamentos y gemidos...

de guitarras delirantes y extasiadas.

Los logros delirantes

Uno te buscaría un sitio entre los azahares,
por entre los cerezos en flor,
por entre las cañas de un río descontaminado,
por entre las encinas sin edad,
por los pinos, patria de las ardillas voladoras,
por entre las rosas blancas y los almendros...
que desafían las intemperies,
para proclamar la belleza natural
que te haga juego y esté acorde...
con la plenitud de los logros delirantes.

Coleccionar mañanas

Y en la noche te colaste en mi sueño,
y en el día seguías conmigo,
eras la misma de ayer, la misma de siempre,
aquella con la que colecciono presentes,
aquella que se cuela en mis sueños,
la misma que reina en mis días, la misma de ayer,
con la que tengo proyectos de futuro,
mañanas repletas de esperanza,
al sol incuestionable de tus ojos dadores de vida…

Cual gorrión en cortejo

Háblame como hablan los suspiros de los sinceros del alma,

como cuentan las rosas sus dulzuras aromáticas al camino del bosque,

como dicen las nostalgias a los recuerdos que son presentes eternos.

Háblame como el músico que hace melodía con los versos del poeta,

para emoción de los entes sedientos de amor.

Y si un dia te expresas con el mirar sonriente de tus ojos,

allá por lo tupido de unos chopos con río, yo me expreso contigo...

cual gorrión en cortejo despertando las notas del arpa dormida.

La humildad escondida

En tu discurso bailaban los aplomos

con una cordura de luz total.

De vez en cuando una sonrisa, contagiosa y angelical,

adjetivaba tus argumentos con tal dulzura,

que no daba razón ni sentido a réplica alguna.

Se te veía recia, firme, segura, convencida,

y ni el halago que siempre debilita, hacía mella en ti.

Dejabas salir la humildad que tenías escondida en el saber,

y los auditorios te rendían pleitesía.

Tu presencia siempre amueblaba con gusto exquisito

todas las cabezas expectantes…

Se me conoce en la cara...

En el baile del pueblo, luces y jolgorio,
es fiesta mayor, verano, calor…
Estamos al aire libre entre luces de colores.
Tocan un lento, me resisto entre miedo y prudencia,
vengo, me acerco, te pido un baile...
y estås comprometida hasta el quinto, me voy,
me fui y me vino a la memoria lo que dijo mi madre:
“A mi se me conocía en la cara...
cuándo quería bailar, tu padre lo sabía muy bien”.

Com havíem quedat...

Juguem a amagar-nos per entre les habitacions del pis de dalt, també pel magatzem on són els sacs d’arròs, i per l’era on hi ha llençols estesos per eixugar. Jo comptaré fins a deu, y després et cercaré, tot i recordant que si no et trobo, tu m’estàs esperant allà sota el llit de la cambra dels convidats. l jo et trobaré, com havíem quedat ¿D’acord?

Llueven euros

Llueve, llueven euros...
para muchos payeses de montaña,
para los payeses o los intermediarios
que comercializan con su sudor.
Llueve, hoy no hay paseo,
pero hay ventana y música, la mía,
la que me pongo cuando estoy solo:
Adamo, Dyango, Roberto Carlos,
Serrat, Llach, Sabina…
Escribiré alguna cosita,
y haré exclamar la proclama
de mis silencios preferidos contigo.
Llueve, nunca a gusto de todos,
pero siempre limpia algún polvo...
de despistada intención.

Nuestra afinidad

Hoy observo, reparo, recuerdo...

nuestra afinidad en los comportamientos cotidianos,

a veces basta una mirada, una sonrisa,

un simple asentimiento, un ademán familiar...

para saber que estamos en la misma y convincente onda.

En nuestro hogar merodean los silencios,

aquellos que son portadores de dulzuras,

en sus voces amigas y entregadas.

Cuando no buscas nada es porque no lo necesitas,

las melodías surgen solas cuando las almas...

bailan la danza del mejor amor…

Soñar con una aurora boreal

Quiero una noche contar contigo las estrellas,

será que ya está todo dicho, un suponer,

pero la paz tranquila de la afinidad nos enlaza las manos,

y miramos los cielos que siempre parecen estar de fiesta,

son puntos brillantes, estrellas, mentes privilegiadas

que vuelan plåcidas para regocijo de las almas

que complementan la luz y el calor de los espacios,

incluso soñamos con una aurora boreal,

incluso alucinamos con lo fugaz de las estrellas de roja cola…

Se acercan los cielos

Y te invité a volar por las nubes,
allá escondidos, cerca de los cielos,
contemplando estrellas fugaces
y subiendo en sus encendidas colas.
Se estaba tan bien entre los regueros
que el sol se traza por los infinitos,
se está tan bien contigo, aunque sea...
por las antesalas de las alturas.
El cielo está en la tierra...
cuando no vuelas conmigo,
la tierra es primavera en flor,
y se instala la luz de la vida,
y si no volamos, no pasa nada,
se acercan los cielos,
los más altos, los más azules…

Salir de casa

Después de la amenaza
en fríos y tempestades,
una calma ligera,
con un sol suave
y un airecillo tímido…
Paseo con menos abrigo,
el mar dejó sus huellas,
y me invade un poco de nostalgia
por lo que siempre ofrece
de vuelo y sueño,
y ahora se ha mostrado...
terrenal y destructivo… paseo,
ya tocaba salir de casa,
para ver de cerca
al amable mundo…

Eres tú, ya lo sabes...

Aquella niña con la que sueñan las cigüeñas,
para llevar a los ilusionados padres primerizos.
Aquella niña que será joven...
y encenderá los días con la luz de sus ojos,
aquella preciosidad portadora de sonrisa
que llenará de dulzura todas las proximidades,
aquella magia de andares y decires,
aquel pelo al viento agradecido...
por hacer arte en sus picardias.
Aquella niña con la que vivir,
joven mujer, con la que soñé para amarla...
eres tú, ya ves, ya lo sabes, ¿verdad?

Calma, buen amigo...

El mar, el que acompasa los paseos
con sueños y recuerdos, nostalgias varias,
el mar, que ríe contigo cuando lo contemplas
desde tu acantilado preferido,
el mar que tantas veces acarició tus pies
y te llenó de sal azul de cielo,
estos días anda enfadado, tanto...
que destruye los entornos venerados
por los amantes del amor.
¿Será que se cansó de tanta contaminación?
¡Calma buen amigo, no me seas tan cruel!

Colores pacíficos

Estamos pintando el piso, los pintores claro, con algún color pacífico además del blanco. Lo hacen bien, queda bonito, como acogedor, como para buen sueño y mejor despertar. De todas formas, ahora todo está patas arriba, como para darte cuenta de la cantidad de trastos, algunos inútiles que hay en las casas. Mañana terminan, menos mal, ya tengo ganas de volver a la paz de mi hogar, ahora en suaves colores, pero sin ninguna estridencia…

El cor s'ha tornat boig

I en mirar-te i veure que fas aquells ullets de carinyo,
com els nens petits quan estan empiocats,
en veure’t amb aquella tendresa pròpia de l’edat...
per donar i merèixer el bo i millor de la vida,
en estar prop teu a tocar de tota sensibilitat activa,
i que només ha fet que començar,
un obre els braços i els esperits, obre l’anima,
i sent els batecs del cor, que s’ha tornat boig...
amb totes les músiques que li arriben de la teva harmonia.

Somos como notas...

He visto la emoción reflejada en tu cara,

y te he visto reír y llorar y cantar...

desde lo más profundo del alma,

con suaves acordes de un corazón acompasado.

He llorado contigo y también reído,

y me he unido al melódico son de tu afinidad conmigo…

Ahora somos como notas expresando sus agudos interiores,

y grabando los graves en los tiempos ya definidos,

somos música de acordes consentidos de belleza.

Por entre la calma tibia

De entre los nublados risueños,
amigos de los matorrales espesos de los bosques,
aparece la luna buscando luciérnagas,
que son estrellas despistadas
que alumbran los caminos que no llevan a Roma.
Mi alma se serena por los olvidos de la vanidad
y suspira con las rosas blancas
la variedad de los colores del amor.
Por entre la calma tibia de mi afinidad contigo,
hago del sueño un despierto genial, vital…

Siempre cerca

Puedo buscar la forma de cuadrar el círculo,
llegar a no entender y morir en el intento,
puedo incluso matizar los aclarados de conciencia,
puedo volver del olvido y empezar por el principio,
para eternizar la incertidumbre puedo estacionarme
en la proximidad de la miel en los labios,
puedo lo que quieras que quiera, pero siempre cerca,
en espera de… un si acaso…

Tal para cual

Es bonito el amor, amarte no tiene precio,

estar enamorado incluso del amor

es vivir la delicia de las euforias

y la inmensidad de la plenitud de la existencia.

Pensaba que no existe el espacio ni el tiempo,

sólo nosotros, en nuestro nido y apartados del ruido mundanal,

pero... pensándolo bien, hay tanto marco incomparable,

tanta belleza natural y virgen, que sólo tú puedes mejorar.

Pienso que hay un sitio para el espacio y para el tiempo,

un sitio a mejorar contigo, seria como vestir de gala...

a la naturaleza, tal para cual, tu contigo... 

y en tu ambiente de purezas al sol... y yo cerca.

Se llama conciencia

En los entornos de cada persona, siempre hay alguien que piensa, que es solución, que es aquello que parecen enviarnos los hados del destino. A veces, son incluso portadores de sonrisa, son dadores de felicidad, y la transmiten y te contactan, y te impregnan con su sello de bondad… Siempre hay un ángel cerca, a modo de conciencia, que te saca de las dudas y te muestra lo goloso de lo prohibido, y el orgulloso placer de la honestidad…

Nunca tardo

Sé que vas por allí,
con tu amiga de siempre,
a la hora habitual
de los días de fiesta.
Sé que me esperas,
que preguntas por mi
a los amigos comunes.
Sé que no debo tardar,
que te pones nerviosa,
pero a mi me gusta...
ver como tus ojos
escrutan los espacios
y ensayan el acorde
con tu sonrisa,
para ofrecérmela
con la dulzura de siempre,
y yo no tardo, claro,
nunca tardo, ya estoy aquí…

Si hay luz

Un juego al que no juego,
una sonrisa falsa, hipócrita...
a la venta para el espectáculo,
como un cebo para los peces torpes…
¿Qué habrá debajo de tanta pintura?
¿A qué juega el engaño y la farsa,
al amparo de las supuestas luces diabólicas?
¿Por qué no salir con el sol,
con ojos que miran ojos...
y proclaman melodías de afinidad?
Si hay luz, no hacen mucha falta los taquígrafos…

Bastará con que abras tus ojos

A ver si encuentro un sol que acelere el amanecer,

y nos colamos por su ventana y la vemos despertar,

y le llevamos de regalo las mil versiones del lucero del alba,

una música suave que la brisa produce con las hojas...

del árbol donde viven los pájaros cantores,

aquellos que bendicen la abertura de tus ojos.

Tu conllevas el aroma y el ambiente se viste de gala

para empezar el nuevo día.

Pero, si no encuentro el sol adecuado,

bastará con que abras tus ojos de cielos…

Veo llover...

Cuando veo llover a través de la ventana,
mi mente se dispara y veo caer del cielo,
copos de maná blanco, polvos de estrellas...
que el astro rey fulminó en una explosión de plenitud.
Llueven miles de suspiros que se mantenían congelados
por las gargantas de los despropósitos,
llueven sonrisas que emanan de las almas...
en celo de hogar y de caricia,
veo caer, con un placer inmenso, un abrazo con beso,
firme, sincero, preciso, como para que tomen ejemplo
las afinidades que se precien.
Veo llover… y soy muy feliz.

Siempre soñé contigo

Siempre soñé vivir contigo las mil versiones de mi existencia.

Pasear contigo bajo las estrellas,

y si alguna se apaga y sale la luna, no importa,

con tal de que sea discreta y oportuna en sus apariciones.

En mis despiertos, siempre te imaginé conmigo,

en nuestro hogar de cálidos acogedores, por supuesto,

después de pasear bajo las estrellas,

custodiadas por la luna que proclama

el amor de los más encendidos nocturnos eternos…

Paseo por mi pueblo

Los arrozales descansan, los naranjos en plena producción, tiempos de alcachofas, fuego de leña, brasas. El pueblo huele a alcachofas a la brasa, y a carne de cordero, longaniza, algún pato… De algún patio interior salen humos, aromas que alimentan. Ahora no se huele a paja de arroz y fango, que también me encanta… Cuando amas a tu pueblo, no le ves defectos, y si los tiene, los amas…

El silencio

Buscar el silencio como arma,
para ver si el oponente habla,
¿qué cosas no?
El silencio como una interrogación,
como una jauría de voces...
que piden respuestas.
Silencios a voces que hablan a gritos
todo aquello que callamos y callamos…
hasta hacer real el silencio,
y ahora callas para ver si hablo,
y ahora callo para ver si hablas…
Silencios de interrogación…

Nuestro amor pasea por la luna

De las flores, la rosa,
la blanca claro,
que es un compendio
de suspiros de colores…
De la mar, el mero, dicen,
y de la tierra el cordero, cuentan,
todo discutible, todo razonable.
De las estrellas, el sol,
que se inspira en tus ojos,
y es la claridad...
que me permite ver la luna,
por donde pasean
los alumnos despistados,
y los amores como el nuestro,
impecables…

Como dijo el poeta

El que bebe, el que sin pedir mendiga que le paguen un vino,

el que deja que se mofen, el sujeto pasivo de la fiesta…

vaya fiesta, donde se pisotea la dignidad humana.

Los hay que ejercen de sádicos, y los hay que callamos cómplices,

y nos vamos como disminuidos y sin ángel...

ante el deprimente espectáculo.

Me preocupa que la voz de mi conciencia no haya saltado.

Será que duerme en el fondo del alma, como dijo el poeta…

Mi película

Alguna vez me había ido al bosque a rodar mi película… Yo era el protagonista y el actor principal y el guionista, sobretodo el guionista, y el apuntador, por si olvidaba los escritos que tan plausiblemente había plasmado mi alma. Después, al llegar a casa, me encontraba cansado, pero feliz, hasta que llegaba el día siguiente y, al verla, no era más que aquella voz en la oscuridad de la platea, en el teatro de una vida en trance…

Un recuerdo me llevó al presente

Hoy recuerdo aquel día
en el que supe de ti,
después de aquella niñez
que había olvidado,
hoy recuerdo aquel tren,
aquel libro, aquellos ojos...
que daban sol, aquel recato,
prudencia, sapiencia.
Recuerdo tus palabras justas,
sensatas, oportunas,
ante las lascivias delirantes
de tus compañeras de vagón.
Recuerdo, bello recuerdo...
que me llevó a un presente dorado.

Otra vez en la estación

Son las doce y sin quererlo especialmente, me veo, otra vez en la estación del ferrocarril. No voy ni vengo, ni espero nada ni a nadie, pero me encanta el ambiente, todo y que la estación de Tarragona deja mucho que desear… pero es un placer para mi escuchar las llegadas y los retrasos, las idas y venidas y las emociones varias. Alguna vez vi perder un tren porque los muchachos no terminaron a tiempo con aquel beso que marcó su vida…

Vencer, perder...

Hace frío, estamos a - 4, se pasa de nieve a lluvia o al revés. Hay un conato de sol frío, tímido, pero que siempre alegra un poco. Se me pasa por la cabeza ir al bar “Los Maños” para comerme una cazuelita de callos de ternera, pero me contengo, porque eso conlleva algún vino y un carajillo y tal, y no debo, lo he pensado y he vencido… o he perdido...

Otras formas de vivir

Entre las risas y el jolgorio,
la música y las copas,
la fiesta, la noche hirviendo,
el mañana lejano,
todo un infinito de despropósitos,
y el amanecer a años luz…
Para algunos, cuando llega la noche
y se proclama el imperio del neón,
empieza la vida y el día...
solo es una reserva de luz natural,
en un bosque donde se respiran
otras formas de vivir…

Una vida que no existía

Uno tenía una bici y un reloj...
que llevaba visible, y pocos años.
Uno estaba enamorado hasta las trancas,
madrugaba y te esperaba, y te llevaba la cartera,
me bajaba para andar a tu lado, diciendo en atropellos,
o silenciando mis propósitos, turbado…
Luego, en clase, tenía celos de tu educación,
parecía un vigilante, viviendo sin vivir,
y, en mi soledad, simplemente, no vivía…
Ahora, cuando lo pienso, es sólo un recuerdo,
y en aquel entonces era una vida...
que no existía si “ella” no estaba cerca.

Ella

Ella se deja caer, como una hoja...
que anuncia un otoño cercano.
Ella aparece entre los rumores
de un mar que amenaza bravio,
y le abandonan los vientos…
Ella entre los doctores de la ley,
asombrando con su naturalidad,
sin más dictados que la razón
y el sentido común,
sin precio ni mano izquierda…
Ella, más que aparecer, parecía ya estar,
para dar sentido a tanta incoherencia
e intereses creados a conveniencia...

Nostalgia...

Hoy estoy nostálgico, suele pasarme cuando paseo por mi pueblo y voy a ver al río Ebro que, poco a poco, me lo van civilizando, pero bien buscado, aún queda alguna zona con cañas, donde los ánades se mueven con sus crías, con sensación de libre propiedad. De todos modos, una moto acuática me devuelve a la realidad, lo mismo que unas lanchas rápidas, y el carril bici y los restaurantes… Lo llaman progreso... a muchos retrocesos, les llaman progresos. Estoy un poco nostálgico… ¿Se nota?

Hoy no vendrá

De la nieve al hielo,
la hoja cristaliza,
la fuente se concentra
en mágicos sueños
en desconcierto…
El suelo es blanco,
y hoy no vendrá,
dice el amigo Adamo,
se proclama la calma,
nieva, mi alma arde,
no ha lugar al hielo,
pero hoy… no vendrá.

Contigo

Contigo toqué el cielo y vi bailar a la luna,
y las estrellas regalaban intermitencias
de sus colores más variados y brillantes.
Contigo se calmó la tempestad,
el mar fue un bálsamo y el viento brisa,
y la lluvia torrencial, un vuelo de suspiros
en forma de rocíos bendiciendo...
los amaneceres rojos de sol.

Oda a los ciertos del alma

Con suerte hoy volveré a verla,
y ella hará igual como que no,
y yo haré igual como que sí,
y pensaré en cómo abrir su puerta,
en cómo entrarle con temple y gracia,
para afinar los posibles acordes
de nuestras mejores músicas…
¿Por qué será que, a veces,
el como que no, es más bien que sí,
y el como que sí... no está tan claro?
Una oda a la proximidad y al ir de frente,
y por supuesto, a la proclamación
de los ciertos del alma sincera…

Aquel proceder sádico

No tengo miedo a los fríos,

incluso si conllevan nieves y hielos siberianos,

esto se arregla con calor de hogar,

caldo de la abuela, fuego de leña

y amor del bueno de proximidad.

Teman a los fríos del alma, a la insensibilidad,

al más cruel de los estados como es la indiferencia.

Aquella frialdad del que no siente,

aquel proceder sádico del que parece que gozan

algunas malas personas crónicas…

Mi amor va "in crescendo"

Cuenta un bella canción...

“Poco a poco me enamoré de ti”

y, en mis principios de madura juventud, eso creía.

No fue cierto, porque enseguida vi en ti

todo aquello con lo que había soñado para ser feliz,

pero... craso error, en ti había mucho más,

en tus espontáneos, en tus reflexivos,

siempre con proclamas y decires,

emanados de la razón pura, bañada de bondad,

y... es cierto, poco a poco, o mucho a mucho,

mi amor siempre va “in-crescendo”, espléndidamente…

Escuchar, reflexionar...

Creo que al final he aprendido a escuchar, y esto es importante cuando uno estaba muy acostumbrado a que le escuchasen a menudo. El escuchar siempre supone aprender alguna cosa, y te da aquel margen preciso para confirmar o para reconstruir tus argumentos. Nunca he tenido mucha agilidad mental pero, cuando tengo algún tiempo para la reflexión, puedo ser incluso peligroso, en mis deducciones, por supuesto, yo nunca suelo ser agresivo, ni abusivo, claro.

Y el cielo bajando

Parece que vienen fríos,
polares, siberianos,
de los que conllevan nieves,
que serán hielos…
Y no puedo por menos de pensar
en la casa en la montaña,
con buena leña y a cobijo,
y la despensa llena...
el libro a punto y la música suave,
la lluvia fina cayendo y, poco a poco,
transformándose en copos blancos,
y tu mano cerca y el cielo...
bajando de visita, con un vino azul.

Una flor en busca de jardín

La vi como escondida, sin mucho sol,
con mucha luz, alumbrando casi sin querer,
sensibilidad, ojos donde aprendí a mirarme
y a hacer frecuentes baños de sabiduría.
Es toda calidad, y tiene aquella fuerza,
todo aquel poder que genera la humildad,
y sus triunfos naturales nunca son...
una consecuencia de haber hundido a nadie.
Ella es una flor en busca de jardín
y a éstos, ya les veo haciendo larga cola…

El llorar de los niños

Aquella cara de niño quiere llorar,
aquella mueca de labio torcido,
frente con riegos, rojos en mejilla,
lágrima incipiente…
puro sentimiento, verdad explosiva,
o mecanismo de defensa.
Lo cierto es que es dramático...
ver llorar a un niño,
prefiero que ensanche sus pulmones
con una sonora carcajada…

El día a día es conquista

¿Para qué, caminar contra corriente,
luchando contra los elementos
en forma de tempestades invencibles?
¿Para qué amar lo imposible
si en sus difíciles habituales se contempla
una alarmante muerte de soluciones?
¿Para qué salir de lo accesible,
de los trances de lo posible,
de los alicientes de la habitualidad,
de la normalidad cuando se viste...
en luces de una originalidad creativa?
Pese a amar lo difícil, el día a día es conquista.