Hoy observo, reparo, recuerdo...
nuestra afinidad en los comportamientos cotidianos,
a veces basta una mirada, una sonrisa,
un simple asentimiento, un ademán familiar...
para saber que estamos en la misma y convincente onda.
En nuestro hogar merodean los silencios,
aquellos que son portadores de dulzuras,
en sus voces amigas y entregadas.
Cuando no buscas nada es porque no lo necesitas,
las melodías surgen solas cuando las almas...
bailan la danza del mejor amor…
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