Una tarde que agoniza risueña, la paz del río,
nuestros pasos al compás de la calma...
Los flamencos, que parecen tener claro a dónde van,
caracoles después de la lluvia de ayer…
Y como no, las ranas croan en cortejo,
como el pájaro canta a su amada,
que responde en melodiosos trinos, suaves, tímidos,
mientras nosotros, a través de esa paz ambiental,
…nos bebemos.
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