Pues sí, al final me compré el coche, no era el que yo quería pero tenía buena pinta... Era un Gordini y yo pensaba que era un Ferrari galopando por los circuitos, era el tiempo en el que realmente aprendí a conducir, incluso tuve un accidente y di varias vueltas de campana, pero salí ileso. Luego me enteré que lo llamaban el coche de las viudas, por su falta de adherencia al suelo. Después vinieron otros coches, estrené algunos y los disfruté mucho... con mi señora.
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