dissabte, 28 de novembre del 2020

Una vida ordenada

Me ha venido un recuerdo de mi vida ordenada de profe... Cogía el bus, allí me regalaban el periódico, le daba un repaso, llegaba al bar frente al colegio, tomaba mi café, un cigarrillo rubio y me iba a la fila a observar las risueñas inocencias en formación. En el cole ya era también todo muy automático, horarios precisos y todo muy bien organizado y funcional. Ahora, de jubilado, aprecio no tener horarios... pero siempre he dicho que mi cuerpo ha gozado de estabilidad y salud con unos horarios establecidos y una vida organizada, con algún desliz incluido, ¿verdad?

 

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