Ella levantaba la vista,
y en el aire encontraba la mía,
siempre dispuesta,
siempre esperanzada.
Y en el regreso al suelo,
abrazo de miradas,
y lo de siempre...
nos vemos, nos vamos.
Más de dos son multitud,
así que de la mano...
y por la sombra del bosque,
cerca de la playa,
buscamos una encina,
vecina de un pino amigo,
y nos sentamos,
abrazo con beso, luna y brisa...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada