Una cerveza, pero de verdad, con copa fría, un poco de jamón, al aire libre, con vientecillo fresco, después del sol nuestro de cada día. Si no existiera la cerveza sería algo a inventar, como el jamón o el queso o el café… Suelo tomar alguna, no muchas, y sin alcohol, però si alguna vez me doy un homenaje y me bebo una Estrella Damm o una Voll-Damm, lo celebro como aquel que experimenta una sensación tremendamente agradable. Hoy, Teresa y yo nos tomamos una caña...
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