Siempre he pensado que si uno se aleja de los excesos y tiene, como dijo el poeta, una medida para todas las cosas, es decir, se comporta de modo moderado en sus apetencias, prácticamente no hace falta que se prive de nada. Moderación, no va mucho conmigo, aunque el concepto tiene todo mi respeto y admiración, yo felicito a la gente que es capaz de racionar de manera racional, por ejemplo el café, el vino, el tabaco, los refrescos, los helados, o alguna que otra comida. De joven, todo era un sí o un no, sin moderación, ahora, con el tiempo aprendes a vivir mejor...
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