El sol se despide con rojos de aplauso,
entre nubes con poca lágrima,
anochece más tarde...
Hola, mi luna de siempre,
que acompañas mis paseos
y mis descansos y reflexiones,
calles vacías, puertas cerradas,
almas serenas pero abiertas de brazos,
también de mente, como los buenos libros...
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