Uno ya era un soltero de aquellos que decían que se le está pasando el arroz. Ella se me cruzó un día, como por casualidad, como aquello que no viene a cuento y no cuenta. Pero uno observa siempre todas las proximidades y se place y se complace con las purezas y las ternuras. Ella me sonrió y con su sonrisa me sonrió el cielo, como dice una preciosa canción. Uno es sensible y consecuente y...
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