En Magisterio, los miércoles eran fastidiosos, teníamos todas las asignaturas acabadas en "ía" y, además, casi no había descansos y cuando terminaba siempre decía... “bueno, no ha ido tan mal, he ocupado el día e incluso me he divertido y he aprendido alguna cosa”. Siempre, desde muy joven, me interesó llenar bien mi tiempo, tener programados mis espacios sin tener que inventar mis procederes de funcionamiento.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada