Una doctora americana decía: "Nunca confundas la educación con la inteligencia, puedes tener un doctorado y seguir siendo un idiota". Esto me hace pensar en aquello de ser buen profesor, saber enseñar, saber contar las cosas, saber llegar al alumno, ser niño sin dejar de ser profesor, no hace falta ser un gran sabio, sólo saber abrir a tiempo el tarro de tus esencias para que los educandos tengan bien aromatizadas las vías de su formación. Lo ideal sería que el o la poseedora del doctorado, lo fuera también en educación. Doctorado en educación, sería ideal...
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