Me gusta ver llover suave sobre el césped que diviso desde la terraza. Luego, para la lluvia y sobre las hojitas verdes, diminutas ellas, aparecen unas gotitas de agua que el sol abrillanta y parece colorear, como si fueran una invasión de luciérnagas nocturnas. Siempre es hermoso abrir la ventana y observar cómo nace el día para mostrarte las novedades que la naturaleza te ofrece y te regala cada día, en cada despertar...
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