Y, de repente, la paz, la calma total...
para hasta la brisa, no hace ni frío, buen ambiente,
la suavidad de los primeros copos
es como los suspiros en vuelo de la buena gente,
primeras blancuras… son como las buenas almas al sol,
se escucha el silencio y, en él, el vuelo de los ángeles
a punto de anunciar buenas noticias…
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